Son muchos los expertos en
marketing y comunicación que han alzado su voz sobre la necesidad de volver la
mirada hacia las estrategias de comunicación interna en las empresas. El boom
de Internet primero y de las redes sociales después, ha propiciado que pymes
que hasta el momento no disponían de herramienta de comunicación alguna se
hayan “lanzado” con planes de comunicación a escala de los de las grandes
corporaciones.
Hasta aquí, todo son ventajas. La
revolución 2.0 era el empujoncito que se necesitaba para que, los que aún no lo
habían hecho, consideraran la importancia de la comunicación dentro de sus
estructuras empresariales dotando incluso, en los casos más favorables, de
efectivos para ello.
El problema viene cuando “se hace
la casa por el tejado”…
Un estudio
realizado por Foromarketing en 2013 indicaba que “sólo el 19% de las empresas
valoran la importancia de la comunicación interna”. El estudio del que se hacía
eco un artículo de Solomarketing.es
arrojaba datos muy reveladores sobre la escasa aplicación de estas herramientas
en la empresa, algo que seguramente ha variado poco en los últimos años.
La
necesidad de estar presentes fuera de nuestro ámbito natural de actuación a
toda costa utilizando las herramientas que nos proporciona Internet para
potenciar las ventas de nuestros productos o servicios ha hecho a muchos
olvidarse de mirar hacia el interior de sus empresas, donde en muchos casos y
debido a la crisis que llevamos soportando varios años, la falta de
comunicación entre dirección y profesionales se hace más que evidente.
Porque, ¿cómo vamos a trasmitir
externamente una buena imagen de marca cuando los que forman parte de la misma
no tienen sentido de pertenencia? ¿Cómo vamos a actuar ante una crisis sin una
estrategia de comunicación interna? ¿Cómo crear cultura corporativa sin
apoyarnos en estas herramientas? ¿Cómo vamos a crear un buen clima laboral y
propiciar una buena productividad sin una buena comunicación entre la dirección
y profesionales?
Al final no podemos dejar de
considerar la comunicación como un todo, un gran engranaje en el que los
recursos humanos son el mayor valor dotándonos en ocasiones de las mejores
armas para trasmitir externamente aquello que queremos.
Por Esther Parejo Amat, responsable de comunicación Hospital San Juan de
Dios del Aljarafe (Sevilla)
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